Entrevista por Mario Canepa*

 

MC      El primer libro, “Un poco de lo no dicho”, fue compuesto expresamente o es una recopilación de poemas previamente escritos?  

 

CV      El primer libro, publicado en 1980, fue un escogido de catorce poemas entre todos los que había estado escribiendo por espacio de diez años.  Aunque algunos habían aparecido en revistas, nunca quise publicar un libro hasta tener muy claro que había encontrado mi propia voz.

MC    ¿Me puedes da la génesis del libro?  ¿Por qué se llama, “Un poco de lo no dicho?”

CV     Lo titulé así porque después de todas mis lecturas vi que había una poesía que yo quería hacer que dejara de lado ciertos temas.  Uno de los primeros cambios fue el uso constante de un vocabulario más coloquial, y no que esté diciendo que era la primera vez que se hacía, pero que que yo lo intentaba porque quería distanciarme de la poesía idealista descriptiva de Puerto Rico, de la poesía política de los años 60 y de la temática del amor.  Como mujer, parte de mi preocupación era que se me fuera a clasificar como otra poeta del amor.  Tenemos una poeta muy importante, Julia de Burgos,. que nos había tocado a todas y uno de mis intereses era romper con todo esto, como es natural.  Ubicándonos en el tiempo debo decir que me refiero a principios de los años sesentas.

MC    Entonces, ¿es una poesía confesional?

CV    No sé si puedo decir que es confesional.  El germen tiene de experiencia personal pero la imaginación, la búsqueda de una estética, de un discurso propio respecto a ciualquier material que me interesara lo aleja inmediatamente de lo puramente confesional. El logro de la recreación requiere de la invención.  También lo complica el uso de la primera persona singular.  Prefiero esa intimidad con el lectora (a) y a la vez la identificación de este (a) con el texto como vivencia propia.  Eso lo llevé a las últimas consecuencias en “Desde Marruecos te escribo”, en el cual decidí desaparecer y dejarle el primer plano a esa mujer de siglos atrás.  Los versos de Fernando Pessoa lo dicen sencillamente:  El poeta es un fingidor ./ Finge tan completamente/ Que hasta finge que es dolor/ El dolor que en verdad siente.

MC     ¿Y una nueva temática?

 CV     Sí, en tanto reconocía que tenía diferentes perspectivas sobre algunas tradicionalmente trabajadas.

            De cuando comencé a aescribir , durante mi adolescencia sólo podría hablar de la amistad, las incógnitas del paso del tiempo, la maternidad, la pasión amorosa.

MC     ¿En el mismo libro?

 CV     Sí, se van viendo aparecer en el primer libro y eventualmente seguirán evolucionando.  Como ejemplo está el tema de la maternidad que en mi poesía está ligado a otras referencias.  El del primer libro hace referencia a la comunicación.  Cuando la niña empieza a hablar lo que resalta es la duda, la incógnita de si la comunicación atávica se perderá,  ahora que se logra el habla oral. Más adelante, en el reconocimiento de una persona independiente de la madre, es la que va surgiendo ante sus ojos y no siempre en el mejor de los intercambios. De este y otros temas lo que creo que es ap[arente es la conciencia de articular un discurso alejado de lo sentimental y poemático.  Busco un lenguaje parco, a veces coloquial pero, por supuesto, sin caer en lo pedestre o exento del salto poético.  Un poco como parte de un ars poética aparece en “Yo me voy a largar de esta poesía/ que me encajona/ en el amor/ el mar/ y una muerte/ que nunca habla de la peste. Sin ninguna vergüenza lo digo/ que estoy enferma/ harta/ de no poder decir/ lo que dicho/ se convierte en un poco de lo no dicho.  Palabras éstas que aún en aquella época no sentaban bien como poesía; aunque vuelvo y repito sabía de los poetas que usaban coloquialismos; digo vengo de esta escuela.  Girondo, Parra, abrían mundos nuevos para mí.  Luego en Nueva York al conocer de cerca la poesía de William Carlos Williams, David Ignatow, Galway Kinell comprobaba que era cuestión del siglo.

 

MC      Dime, sucede algo semejante con los otros libros tuyos Glenn Miller y varias vidas después, De todo da la noche al que la tienta, Preguntas, Entre la vigilia y el sueño de las fieras, quiero decir, ¿siempre preparas un material y después lo agrupas bajo un título o tienes una idea fija desde el principio?  Si se te ocurre un título como Desde Maruecos te escribo, ¿lugo tratas de escribir poemas sobre eso o lo contrario?

 

CV      Ha pasado de diferentes modos.  Si vuelvo al momento donde se gestaba Glenn Miller y varias vidas después, publicado en 1983, está muy claro que no es una recopilación.  Me he dado cuenta a través del tiempo que en esa época (mediados de los 70) me llamó mucho la atención que cada vez que yo oía la música de Glenn Miller (música muy popular del Big Band Era de los 30 y 40) pasaba una película de mi niñez ante mis ojos.  Esa era la música  preferida de mi padre y se oía mucho en la casa durante toda mi infancia y mientra él estuvo vivo.  Cada vez que yo oía esa música funcionaba como un dispositivo del recuerdo y a la vez del análisis de los motivos, los gustos, las preferencias.  Comenzaba con mi niñez y los seres y lugares que la poblaron, los viajes por la costa norte y oeste con mi familia y esa música muy presente que al conocer más de cerca de la norteamericana  me hace descubrir que lo mejor que tiene la de Glenn Miller es la influencia africana americana.  Es en esa coyuntura donde se dan los temas de esa temática  pues nuestra cultura afroantillana aflora y se reconoce desde los más diversos supuestos.  A la misma vez sigue evolucionando el tema del paso del tiempo y todos los elementos que va acumulando una vida y de ahí “las vidas después” del resto del título que surgió al final. 

MC     De todo da la la noche al que la tienta tiene un título muy sugestivo...

CV     Yo quise que fuera un libro sobre la pasión.  No me gusta trabajar el amor propiamente, sino el recuerdo de un cuerpo, el recuerdo de un cuerpo encima de un vientre, el recuerdo de alguien que no se parece en nada a lo que rodea a la hablante en el extranjero, el erotismo apasionado de identificar  la fruta  que nosotros llamamos corazón (chirimoya, en otros lugares  de Hispanoamérica) porque madura en un árbol rosado como un corazón mismo y por supuesto se mezcla con la alusión de ir a encontrar ese corazón humano y comérselo.  Todos están relacionados con la pasión pero no solo erótica , sino la pasión por la vida, los objetos bellos, la libertad y hasta la espera de la muerte.  Un ejemplo es Cuarto con claveles rojos.  Creo diversas imágenes de 6 para dar una visión concreta, pasional y lírica a la vez de lo que es un jarrón con 6 claveles rojos.  En otro caso cuando defino el corazón, utilizo una serie de imágenes como tigrillo, tirano, suicida, entre otros, por todas las variantes de que es capaz este que hemos dado en nombrar depositario de nuestras emociones.

            Con el título Libre albedrío digo:  “en las líneas de mi mano estás, siempre se entiende que es otra persona, pero, ¿por qué no más apertura?  ¿Nos obsesionamos sólo con  personas o tenemos otros igualmente internos que nos habitan?  En el libro también hay juegos de p[alabras que cambian levemente el significado del poema o juegan con el llamado “punch line”.  En todo trabajé con el poema cortísimo.

 MC    Eso desde el punto de vista formal. ¿Pero el tema?

CV     El tema es la complicidad de la pasión con la noche y la diversidad de descubrimiento que se hacen cuandoi nos identificamos con la dinámica nocturna que es mi preferida.  Soy de tertuliar hasta el día siguiente y salir a desayunar como fin de fiesta, de esperar el amancecer, de largas caminatas...

MC   ¿Durante la noche?

 CV    Siempre de noche y trabajo mejor y escribo mejor también de noche.  La concentración no la interrumpe nada.,  Un poeta peruano me dijo cierta vez que él (esto creo que ya lo comentamos en una reunión anterior) que él escribe poesía por catarsis, esto es por la necesidad básica y urgente que él tiene para hacerlo a través del verso.

 MC  ¿Tú estás de acuerdo con eso?  ¿O en tu caso, también lo puedes hacer en prosa, en novela o en cuento?  ¿O la poesía es más fundamental, más primordial para expresarte?

 CV   Sí, la poesía es más fundamental para expresarme.  He escrito un libro de relatos y ahora estoy trabajando una novela pero en verdad lo que me hace sentir  que puedo expresar mejor mis percepciones , pesadillas, obsesiones o descubrimientos, es la brevedad del verso, en la concisión y el golpe de un par de palabras.

 MC  En ese poema de En cada página me nace, ¿estaría resumido el proceso de tu creación o la creación de un poema?

 CV   Sí, creo que se podría porque cada vez  que comienzo y termino un poema ha terminado el proceso y cuando comienzo otro es como tener que renacer.  Me acabo completamente cada vez que termino un poema, es como si la experiencia de haber escrito no me sirviera para nada en la próxima.  Tengo que entrar en una búsqueda desde el principio; tengo que luchar al recrear en mí para buscar la palabra exacta otra vez, entonces, ese proceso de angustia, de tratar de que lo que tengo en mi cerebro pase al apel, ese proceso trabajoso, lento, lleno de dudas de si es posible el poema, es parte del placer del oficio.  Nadie ha dicho que no es elusiva la poesía.

 MC  ¿Te lleva mucho tiempo crear o terminar un poema?  Aunque, claro, siempre te parecerá que un poema nunca está terminado.

 CV   Bueno, yo he tenido diferentes experiencias en la factura de un poema.  Hay veces que me doy cuenta que una imagen ha estado pasando constantemente ante mis ojos y un día siento la compulsión de escribir y el poema sale completo.  Otras veces ese trayecto del cerebro al lápiz no es tan directo.  Sólo recibo un fogonazo de luz , una idea que apunto y que trabajo despacio y el tiempo para terminar el poema puede ser largo o corto.  Cada uno con su proceso todos son parte de ese “amor primitivo” para citar el poema que mencionaste, no tiene nada y todo que ver con mi vida real, concreta, cotidiana; es un trabajo muy intenso, mezcla de cerebral y visceral, y creo que no podría vivir sin ello.  No he aceptado ni aceptaría nada que se interpusiera entre mi escritura y yo.

 MC    O sea, que te defines por la poesía.  Dime:  Yo creo que lo sensorial, las imágenes auditivas, gustativas, táctiles, visuales están casi siempre presentes en tu poesía, por eso el elemento fundamental, recurrente, es lo sensual, sensorial y erótico, ¿crees lo mismo?

 CV    Sí, el elemento sensorial está presente.  Me interesa encontrar en la concisión y lo concreto de las cosas lo que no se puede explicar.  Lo erótico también estesente, como has notado, pero eso no es todo...

 MC    Pero recurrente, porque cada tanto reaparece lo sensual y lo erótico.

 CV    Definitivamente.  De todos modos, creo que el erotismo es uno de los refinamientos humanos en donde mostramos mejor nuestros lados más divergentes:  es espontáneo como el manipulador.

MC    Uno de los epígrafes escogidos [ en De todo da la noche...] es una cita de Paul Valery muy curiosa y reveladora a la vez:   “ Lo más profundo es la piel”.  O sea, que estaría muy relacionado con ciertos temas e imágenes sensoriales o eróticas que usas.

 CV     Sí, estoy de acuerdo, las imágenes están presentes y son recurrentes; reflejan ese otro lado de nuestra moneda del placer:  intelecto y cuerpo.

 MC    Entonces, la atmósfera que te rodea “la circunstancia” como dijo Ortega, ¿es sumamente importante para ti?  Borges, en su libro Fervor de Buenos Aires, toma también un tema cotidiano, la calle, la lluvia pero inmediatamente lo trasciende al plano filosófico, metafísico, o sea, que poasa a un plano intelectual.  ¿Tú piensas que ese plano filosófico, es también importante en tu poesía?

CV     Aparece desde mi primer libro.  Recrear esa dualidad de la experiencia humana es inescapable para mí, no lo concibo de otro modo aunque dando el salto desde lo sensorial.

 MC     Sí, eso es muy importante en tu caso, aliada siempre a lo sensorial.  Borges deja la connotación formal de la realidad y entra entonces como una especie de ensayo filosófico en verso, pero en tu caso no.  Así lo creo.  ¿Piensas que “Un poco de lo dicho” es uno de tus libros más profundos?  

 CV     Bueno, mejor ponerlo de este modo:  como mi primera publicación, el libro está dirigido a explorar la conciencia del tiempo, de la creación, la comunicación, entre otros.  Pero, ¿se podría  decir que porque en los otros libros se explora el tema erótico serían menos profundos?   Recuerdo a Valery.  

MC    En “Desde Marruecos te escribo”, utilizas mucho las imágenes sensoriales pero por momentos es también profundo.  En cambio, en “Un poco de lo no dicho” ese plano intelectual, se me ocurre más constante.  ¿Estoy equivocado?

 

CV     Si lo comparamos con “Desde Marruecos...” sí.  Este se centra en lo sensorial, en el mundo cerrado de una mujer del siglo XIII que está en Maruecos y su amado en Granada.  Muchos son los recuerdos del cuerpo y del placer juntos.  Aunque no olvidemos que también se aparta de este aspecto para hacer el comentario sobre el hecho de tener dos patrias, o un nuevo concepto del paisaje o sobre su situación como mujer.

 MC    Esa mujer del Siglo XIII se expresa en imágenes sensuales o eróticas y con ciertas palabras que se repiten:  “saliva”, “lengua”, “sudor y los íntimos líquidos del amor”, “ el placer  desborda las acequias de nuestros jardines...”,  ¿las relacionas explícitamente con la situación amorosa?

CV    Definitivamente, y más que amorosa, sexual.  En este libro quería que fuera bien claro que ella podrá estar enamorada pero eso no le resta a lo sexual.  Sino que lo exalta y sigue siendo poético.  Recordemos  que la poesía mozárabe fue exquisita en este aspecto.  En el libro todo está muy entrelazado al amor físico y espiritual; la pasión en ella como rasgo de personalidad.  Es la fuerza de su amor pero también su personalidad apasionada, las que le permiten oponerse a lo establecido y decide ir a buscarlo en vez de esperarlo como haría una mujer tradicional.

 MC  Pero a la vez tiene los elementos muy concretos como la “saliva” y el cuerpo del amante.

 CV  Esos primeros poemas del libro, con ese vocabulario, todos tienen alusiones al fuego amoroso.

MC  Como el anillo rojo y la pasión que siente más fuerte que el rojo del anillo, ¿no?

 CV  Obviamente están en ese éxtasis amoroso y la pasión es más candente que el rojo de la piedra del anillo pero a la misma vez esa yuxtaposición de la joya roja con el blanco del líquido del cuerpo de ella son la imagen del placer íntimo.

 MC  Al modificar en tu libro más reciente (Entre la vigilia y el sueño de las fieras) la estructura formal de los versos, crecidos horizontalmente, no haces peligrar la tensión tan fuerte y tan lograda en tus poemas concisos?

 CV  Estoy segura que no.  He seguido en busca de la palkabra precisa, el sentimiento intenso, el salto poético o la trascendencia.  En esta ocasión ha fluido naturalmente como poema largo vertical y horizontalmente.  Explorar nuevas posibilidades no es nuevo para mí. Lo hice antes en mi cuaderno “Preguntas”.  En cuanto a la forma, en esta ocasión la necesidad ha sido el texto mismo.  No voy de inmediato al cierre del poema.  Voy en diversas direcciones en el uso de los recursos.  Uso el elemento narrativo, la primera persona o la tercera, el monólogo, el poema en prosa.  De nuevo, la línea que conecta es la cotidinidad con sus elementos varios:  lo tierno, lo brutal, lo secreto, lo irreversible.

MC  ¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?

 CV  Sí.  Acabo de terminar “ Esta casa flotante y abierta”.  Es un libro de poemas divido en dos parte:  Meditación del habitante y El libro de los mapas.  Son poemas largos como los anteriores.  Los hilos que conctan mi poesía siguen presentes, ahora han empezado a extenderse.

                * Publicado originalmente en la revista Mairena  (San Juan, Puerto Rico) Año XVIII, núm. 42, 1996